LA PAZ. El ultimátum a Evo Morales para que deje el poder se transformó este lunes en un llamado de los comités cívicos a radicalizar las protestas hasta paralizar al Estado, puesto que el presidente de Bolivia desoyó el desafío como era de esperar.
Las 48 horas que el líder del Comité Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, había dado a Morales para que renunciara se cumplieron sin que al mandatario alterara su agenda diaria.
El mayor susto que se llevó durante esta jornada fue un incidente con el helicóptero presidencial del que salió ileso.
Colapsar el estado
Camacho se dirigió de nuevo a una multitud en el centro de Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia, al cumplirse el plazo de 48 horas al que había retado a Evo Morales el pasado sábado, mientras en otras urbes del país otros comités cívicos le seguían en directo en pantallas en las calles.
En vistas de que el desafío no hizo mella en el mandatario, el líder cívico llamó a bloquear de forma pacífica las instituciones del Estado a partir de este martes, para ahogarle económicamente y ver si así el presidente cede.
Además de cerrar las fronteras del país, reforzando así la presión que ejerce un paro cívico indefinido que se mantiene por trece días consecutivos desde que comenzaron las denuncias de fraude electoral a favor del mandatario.