He aquí el legado que los judíos sembraron en Venezuela desde el siglo XIX, un interesante recuento que me envía el buen amigo Salomón Benshimol, y dada su importancia y trascendencia, me permito publicar hoy en mi columna, como un homenaje a esta comunidad, y para que la memoria histórica no se borre nunca jamás
LA HISTORIA
En la segunda mitad del siglo XIX, hubo marcado interés de los gobiernos de Antonio Guzmán Blanco y Joaquín Crespo por atraer inmigrantes al país. Se hacía mediante contratos que el gobierno otorgaba y con la designación de agentes consulares idóneos. Los judíos Abraham J. Lasry, Enrique B. Levy y Alejandro Mondolfi, este último de origen italiano, cumplieron esas tareas.
En las dos últimas décadas de ese siglo, comenzó a llegar al país una inmigración judía proveniente del norte de Marruecos, especialmente de Tetuán. Enrique B. Levy fue uno de los fundadores, en 1907, de la Sociedad Benéfica Israelita que apenas tiene una duración de dos años.
LOS PIONEROS
En 1930, Alejandro Mondolfi preside la asamblea que acordará la constitución de la Asociación Israelita de Venezuela, institución que hasta hoy agrupa a la comunidad sefardí del país. Los apellidos de esos nuevos inmigrantes son, entre otros, Levy, Cohén, Taurel, Obadía, Benacerraf, Sabal, Ettedgui, Pariente, Coriat, Benshimol, Bendayán, Sananes, Benzecri, Benmergui, Benaim, Pilo, Carciente, Benarroch.
Se encuentran con una comunidad judía, la de origen curazoleño holandés, en vías de extinción por el proceso asimilatorio, pero el choque cultural impide los nexos entre ellos. Los recién llegados se establecen mayoritariamente en Caracas, pero también en La Guaira, Puerto Cabello, Carúpano, San Fernando de Apure, Río Chico, Valle de la Pascua, Maracaibo, Barcelona, Villa de Cura, Barquisimeto, Los Teques, La Victoria y Maracay.
A finales de los años veinte y mediados de los treinta, la crisis económica que se vive en el mundo, adquiere dimensiones de miseria en el Medio Oriente. Comienzan a llegar judíos provenientes de Palestina, Siria, Líbano y también de Turquía, Grecia y Bulgaria. Se les engloba bajo el mote de «turcos» ya que provenían de los antiguos dominios del Imperio Otomano.
Se produce de nuevo un desencuentro cultural con la comunidad ya establecida, en su mayoría próspera, de judíos de origen marroquí. Estos últimos van a ser los mayoristas que proveen de mercancías a los «turcos» para que realicen su trabajo de vendedores por cuotas, de puerta en puerta y de pueblo en pueblo. Los unía la fe religiosa pero los separaban el idioma y las costumbres.
En esos mismos años llegaron algunas familias ashkenazíes, es decir judíos originarios de Europa que en su mayoría se expresaban en idish, una lengua derivada del alemán ó bien en este idioma. Las relaciones intercomunicarías eran difíciles por razones idiomáticas, culturales y hasta por el acento y entonación de sus oraciones.
LOS QUE SE SALVARON DEL HOLOCAUSTO NAZI
A finales de la década de los 30, logran arribar al país algunos judíos que han podido escapar de lo que ya se vislumbraba como el propósito del régimen nazi de exterminarlos. En 1939 el gobierno del general Eleazar López Contreras, en un gesto que lo enalteció, permitió el ingreso al país de un grupo de judíos que había salido de Alemania en los barcos Caribbea y Koeningstad y que fueron rechazados en distintos puertos de América, incluido Curazao. Iban a ser devueltos a la muerte segura cuando Venezuela les abrió sus puertas.
Los esposos Rottenberg, Juan Plaut, la familia Kern, las profesoras María Tengler y su hermana Federica Ritter, la entonces muy niña Susy Kobler, que es hoy nuestra reconocida artista plástica Susy Iglicki, el profesor de canto Alfredo Hollander, serían algunos de los pasajeros de esos buques. Pronto se integraron a la vida venezolana con espíritu emprendedor. Gracias a Miguel Rottenberg, los caraqueños conocimos las delicias y el refinamiento de la pastelería europea cuando fundó la Pastelería Vienesa, al principio en un pequeño local en El Conde. Kern, introdujeron la comida rápida gourmet desde su inolvidable Fuente de Soda del Centro Médico de San Bernardino. Su hijo Heinz sería un notable químico, promotor de importantes empresas.
Las profesoras Tengler y Ritter fueron memorables para varias generaciones, como pedagogas de latín, griego, alemán, inglés y francés. Profesionales, técnicos, artistas, maestros, gente con una vasta cultura y una formación para el trabajo emprendedor que pronto encontrarían en Venezuela, donde tantas cosas estaban por hacerse, el campo propicio para desarrollar todos sus talentos.
COMIENZO DE LA EXCLUSIÓN
No fueron muchos los judíos europeos que tuvieron la suerte de los pasajeros del Caribbea y del Koeningstadt. Una circular girada por la Cancillería venezolana a todos sus consulados en el Exterior, prohibía expresamente otorgar visas a judíos. Al concluir la Guerra en 1945, llegó un número importante de sobrevivientes originarios de Rumania, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Yugoslavia, Grecia, Austria y Alemania. Muchos cambiaron sus apellidos para poder ingresar al país ya que se mantenía vigente la antes mencionada circular. En 1946, la comunidad ashkenazí funda el Colegio Moral y Luces Herzl Bialik. En sus comienzos el alumnado fue mayoritariamente perteneciente a ese sector. Pero al pasar de algunos años, los sefarditas comparten la tarea educativa y se transforma en el colegio de toda la comunidad y en el factor determinante de la unidad entre los judíos venezolanos, sin distingo de origen (esta historia continuará).
LECTURA RÁPIDA
La Canasta Alimentaría Familiar –CAF- de septiembre de 2013 se ubicó en Bs. 7.123,82, aumentando Bs. 313,33, 4,6%, con respecto al mes de agosto de 2013. La variación anualizada del costo de la canasta alimentaría para el período septiembre 2013 / septiembre 2012 es 81,2%, 3.192,93 bolívares, más de un salario mínimo (2.702,72 bolívares).
EN VOZ BAJA
Diez rubros de la canasta alimentaría aumentaron de precio: azúcar y sal, 15,6%; cereales y productos derivados, 9,4%; frutas y hortalizas, 6,4%; caraotas, arvejas y lentejas, 5,8%; raíces, tubérculos y otros, 5,7%; leche, quesos y huevos, 5,1%; grasas y aceites, 2,1%; café; 1,6%; carnes y sus preparados; 0,7% y pescados y mariscos, 0,7%. El grupo salsa y mayonesa mantuvo el mismo precio de agosto: 69,60 bolívares. La diferencia entre los precios controlados y los precios de mercado es de 227,2%.
TARJETA ROJA
Doce productos presentaron problemas de escasez o desabastecimiento: leche en polvo, sardinas enlatadas, pollo, carne de res, margarina, azúcar, aceite de maíz, arroz, harina de trigo, pastas alimenticias a precio regulado, harina de maíz, mayonesa y café; el 22,8% de los 57 productos que contiene la canasta.
El comportamiento de las variaciones de precios de los grupos de alimentos que conforman la Canasta Alimentaría Familiar se detalla a continuación:
A CALZÓN QUITAO
Wilmer Suárez
Twitter: @acalzonquitao54