28 de diciembre de 1895, fecha en que los hermanos Louis y Auguste Lumière realizaron la primera proyección pública de imágenes en movimiento, en ese momento se inventó esa gran máquina de los sueños, pero también de dinero, que a pesar de las altas y bajas que ha atravesado durante toda su historia, no ha dejado de ser el sueño de todos los artistas, productores y la atracción de todos los espectadores.
Pero esta gran creación que empezó como experimento y terminó como una gran industria, que pasó a ser el séptimo arte, luego de haber sido visto como espectáculo de feria, barato y popular, despreciado por los intelectuales, tenía como antecedente el kinetoscopio de Thomas Edison, aquel artefacto, que registraba imágenes en movimiento, aunque no era capaz de reproducirlas, características que fueron mejorando los hermanos Lumiere y que más tarde fueron innovadas por múltiples cinematógrafos de otros países que se dieron cuenta del valor económico y comercial de este arte, formando grandes industrias en diferentes países del mundo, aunque sin duda Hollywood fue y sigue siendo la sucursal de los sueños y del dinero.
Las primeras películas que inauguraron este novedoso invento con imágenes y movimientos, ya comenzaba a tomar forma clasificándose en cine de ficción y documental, siendo las primeras películas Salida de la fábrica (1895) y La llegada del tren a la estación (1895).
Hoy se habla del cine europeo como un cine de autor y de un cine norteamericano centrado en los aspectos comerciales, lo cierto es que a ambos lados del Atlántico ven el cine como un negocio. Esta visión del cine como un producto rentable contribuyó a la realización de mejores películas, ya que el público demandaba mejores historias. Todo ello animaba a las empresas a invertir en esta industria.
A un lado del Atlántico se sitúa la poderosa industria de Hollywood, que desde un principio se conforma en torno a unas pocas sociedades que concentrarán la producción, distribución y exhibición de las películas con el fin de conseguir rentabilizar. Hollywood arrancaba como sede mundial de la industria cinematográfica.
Pronto, el particular invento fue distribuido por todo el mundo, y fue el 11 de julio de 1896 cuando se realiza la primera función de cine en Maracaibo, exhibiendo las famosas películas “Célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa” y “Muchachos bañándose en la laguna de Maracaibo”, ambas estrenadas el 28 de enero de 1897 en el Teatro Baralt de Maracaibo, y cuya realización fue Manuel Trujillo Durán. En este mismo año, otros pioneros del cine como Ricardo Rouffet y Carlos Ruiz Chapellín realizan algunos cortometrajes en la ciudad de Caracas.
Sumándose a la onda cinéfila
Pero es en 1973 cuando nace el nuevo cine venezolano con la película “Cuando quiero llorar, no lloro” de Mauricio Walerstein, que logró un éxito sin precedentes en taquilla, lo que comienza un boom del llamado nuevo cine venezolano, corriente de cine social muy famosa en los años setenta y cuyos máximos exponentes serían, además de Walerstein, Román Chalbaud con el film “El pez que fuma”.
Luego de tanto fue en 2005 cuando entra en vigencia la Reforma a la Ley de Cinematografía Nacional que fomentó la participación de la empresa privada en la actividad cinematográfica a través de diversos impuestos e incentivos fiscales.
La cinta “Elipsis” de Eduardo Arias-Nath, producida en el año 2006, fue estrenada el 29 de septiembre y es la primera película venezolana producida y distribuida por la 20th Century Fox y su división latinoamericana.
En el 2008 destaca nacional e internacionalmente “Venezzia” dirigida por Haik Gazarian. Se dice que es la película más costosa del cine venezolano (su presupuesto habría rebasado el millón de dólares), además de narrar una historia poco conocida: la del suministro petrolero venezolano durante los años de la Segunda Guerra Mundial, enmarcada en una historia de amor. “Venezzia” suma 15 premios acumulados alrededor del mundo en festivales de cine, así se convierte en la producción cinematográfica venezolana más reconocida y la más vista en los últimos diez años.
En 2010 se cuentan con grandes films como Hermano del director Marcel Rasquin ganadora en el Festival de Moscú, siendo postulada para los premios Óscar de la Academia como «Mejor película extranjera».
En 2014 se estrena el documental cinematográfico Hay Alguien Allí, dirigido por Eduardo Viloria Daboín y Gioconda Mota. Basado en hechos 100% reales, es la primera producción cinematográfica venezolana que trata acerca del autismo. Y para este año 2015 pinta como una gran época para el cine donde esperan redoblar las producciones en comparación a años anteriores, con muchas cintas en espera.
Por: Karla Tovar / ktovar@diariolaregión.net