El presidente brasileño Michel Temer dijo que es una vergüenza el escándalo sobre la carne vencida, mientras Hong Kong y Japón se sumaban a varios otros países que suspendieron algunas importaciones de carne del país sudamericano.
El martes, Hong Kong, Japón, y México anunciaron que suspenderían al menos algunas de sus importaciones de carne de Brasil. Se unieron a la Unión Europea, China y Chile lo que representa un golpe duro para una economía alicaída que es una de las mayores exportadoras de carne del mundo.
Temer buscó minimizar el escándalo, lo calificó como «agitación» y señaló que sólo tres de las más de 4.000 empacadoras de carne de Brasil han sido obligadas a cerrar. No obstante, admitió que el caso ha ocasionado «una vergüenza económica al país».
AP