El 29 de septiembre de 2011 marcó un antes y un después en la vida de la familia Macero Manzano. Ese día murió Wilfredo Argenis, a la edad de 27 años, en el único accidente ferroviario que hasta la fecha ha dejado víctimas fatales en el tramo Caracas-Valles del Tuy.
El hecho ocurrió cuando una avería eléctrica, según el entonces Ministro de Transporte y Comunicaciones, Francisco Garcés, provocó que un tren del sistema Ezequiel Zamora, conducido en dirección La Rinconada-Charallave Norte, frenara bruscamente y otro tren lo impactara en la parte trasera. Wilfredo Argenis era el operador de este último coche.
Transcurrieron seis años y medio desde aquel accidente para que los padres de Wilfredo Argenis recibieran el pago por concepto de indemnización, sin embargo, el monto cancelado el 16 de febrero de 2018 fue de tan solo 347.000 bolívares, “que no alcanzan ni siquiera para comprar un kilo de queso”.
“El dinero que nos entregaron es una burla, es desmoralizante, eso terminó de batirnos contra el piso. Perdió la vida un venezolano que apenas estaba empezando a vivir y no fue su responsabilidad. El Estado debe ser más diligente en este caso”, dijeron Luis Macero y Gregoria Manzano, padres del joven, quienes recibieron al equipo de La Voz en su vivienda, ubicada en el sector La Palmita, adyacente al urbanismo La Virginia de Santa Lucía del Tuy.
Vale destacar que luego del accidente, las autoridades del IFE conversaron con los padres del conductor fallecido para solidarizarse y les prometieron que seguirían disfrutando del seguro médico. “A mi otro hijo y a mí nos ofrecieron trabajo, pero no cumplieron con nada”, destacó el padre del joven.
Un llamado que no tuvo eco alguno
El 20 de agosto de 2011, un mes antes del accidente, los operadores de las Unidades Eléctricas Múltiples (EMU, por sus siglas en inglés) del sistema ferroviario Ezequiel Zamora enviaron una comunicación al presidente del IFE, a través de la cual solicitaban un bono de riesgo, a propósito del peligro al que estaban expuestos durante su jornada laboral.
En esa misiva los trabajadores mencionaron casos en los cuales las unidades que conducían fueron impactadas por proyectiles disparados por desconocidos durante su recorrido por los rieles. Otra denuncia fueron las continuas fallas del sistema de Protección Automática de Trenes (ATP), encargado de garantizar la seguridad de circulación de los vagones, a través de la vigilancia de la labor del conductor.
“Los vagones del sistema ferroviario se paran continuamente, debido a las deficiencias en el sistema. Es algo a lo que se le debe poner la lupa, antes de que ocurran otras desgracias. Hoy fuimos nosotros, pero mañana puede ser cualquier otra familia la que pase por este dolor, por eso queremos que el presidente Nicolás Maduro nos escuche”, acotó Luis Macero.
Los esposos Macero Manzano saben que su hijo no revivirá al formular esta denuncia, pero su intención es que se corrijan las deficiencias en el sistema ferroviario para evitar nuevos accidentes, aunque estas delaciones incomoden al Gobierno.
MIP-TUY Agencia
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