El ama de casa Idamelis Maigua Rivero se llevó una desagradable sorpresa al encontrar los cadáveres de su hija, Girseida Coromoto Medina Maigua, de 24 años de edad, y de sus dos nietos de 5 años y 23 meses de nacido.
Ocurrió a la 1:00 de la tarde de este viernes, fecha en que la mujer observó los cuerpos que, con espuma en la nariz y la boca, yacían en una cama dentro de una vivienda, en la calle Buenos Aires de la comunidad indígena La Canoa del municipio Independencia, en la zona sur del estado Anzoátegui.
Maigua, extrañada de que su hija y nietos no habían ido a visitarla, como solían hacerlo a diario, se trasladó a la mencionada vivienda. Allí se dio cuenta de que sus seres queridos estaban sin vida.
En el sitio se presentaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que hicieron una inspección y el levantamiento de los restos que trasladaron a la morgue del hospital Felipe Guevara Rojas de El Tigre.
Yuca amarga o insecticida
Una fuente extraoficial señaló que en la cocina de la familia Medina Maigua, los investigadores observaron una cantidad de yuca amarga, con lo cual dedujeron al principio que madre e hijos perecieron tras comer el tubérculo.
El informante dijo que sobre la marcha de las pesquisas conocieron que Girseida supuestamente tomó y le dio intencionalmente a sus niños un insecticida marca Lannate que se usa para fumigar en el campo.
La joven madre tomó la drástica decisión de suicidarse y envenenar a sus niños al parecer tras discutir con su marido. El Cicpc prosigue con las averiguaciones del caso.