Caracas (Especial/AA).- Catorce cuerpos fueron ingresados a la morgue de Bello Monte en Caracas, entre viernes a sábado. Entre las víctimas se encontraba José Oropeza (30), buhonero en el centro de Caracas y residenciado en el barrio El Guarataro, San Juan. Oropeza estaba en una fiesta de cumpleaños este viernes y al salir lo interceptaron en un callejón para robarlo, cerca de su casa. Su hermana Yesenia Oropeza dijo que ellos escucharon los cinco tiros, y a los 5 minutos estaban al lado del cuerpo. Le dispararon en la cabeza, lo despojaron de celular, dinero y documentos. Oropeza andaba con muletas y tenía una pierna enyesada, producto de una caída en moto.
Denuncian ajusticiamiento A la morgue acudieron los familiares a retirar el cuerpo de Carlos Eduardo Cañizales Tour (28), muerto en un supuesto enfrentamiento con el Cicpc, en la Plaza El Venezolano, la tarde del viernes. Según la versión oficial, Cañizales estaba solicitado por su presunta vinculación con el homicidio del asistente administrativo I de ese organismo, Dervis Urquía Peña (22), ocurrido el 15 de febrero en el barrio Ezequiel Zamora, de El Valle. Sus parientes prefieren reservar sus identidades por temor a represalias, pero alegan que tanto Urquía como Cañizales eran vecinos desde la infancia y es falso que hubiera participado en aquel crimen. El joven tenía 4 años trabajando en una textilera de la esquina La Marrón, el viernes salió a reposar en su hora de almuerzo, estaba sentado en un muro de la plaza con dos amigos, y los policías lo acribillaron. Presentó un disparo en la mano izquierda, el mismo tiro le perforó el cuello y le salió por la nuca. Córdova nunca estuvo preso, nunca anduvo armado.
Temen que se desate una cacería contra la familia, porque Carlos Eduardo había tenido problemas con Urquía. Cuando lo mataron no se dio por aludido, iba y venía de su trabajo, llevaba una vida normal, y no pensó que lo mataran también.