En dos semanas fueron instalados 130 metros de tuberías de 10 pulgadas, lo que dentro de poco pondrá fin al calvario vivido por las familias de este sector ante la presencia de las hediondas aguas
Parece estar por concluir el permanente «dolor de cabeza» de habitantes del sector El Guamacho de Las Clavellinas, toda vez que se podrían declarar como listos los trabajos de sustitución de tuberías de aguas servidas a la entrada de barrio Bolívar, las cuales habían provocado el desvío del putrefacto líquido hacia esta comunidad.
Replanteo y losa
Según la información que se pudo obtener el día de ayer, los trabajos que se mantenían en manos de obreros que conforman una cooperativa del propio barrio Bolívar, fueron asumidas por Servicios Públicos Plaza, dependencia municipal que en dos semanas se encargó de la instalación de 130 metros de tuberías de aguas servidas de 10 pulgadas.
«La tubería anterior era de concreto y colapsó con el paso de los años. Por ende la misma tuvo que ser levantada y posteriormente sustituida, que es lo que precisamente se está haciendo ahora. Esta es más grande y puede atender las necesidades de todas las familias que aquí viven», dijo un obrero, quien refirió que las aguas que descienden hasta El Guamacho son en parte de aguas de lluvia, por lo que ahora se minimizará la hediondez en la zona.
«Lógicamente llovía y la tubería se ahogaba. Fueron más de 5 meses que duraron los trabajos y entendemos las molestias causadas, por lo que pedimos disculpa. Ya los miembros del Consejo Comunal habían manifestado sus muchas quejas, pero a este nivel sólo nos queda el replanteo y echar la losa; luego corresponde asfaltar. El alcantarillado fue eliminado», agregó el trabajador a quien se le solicitó la explicación de los trabajos.
Está planteado la colocación de 350 metros de tubería de aguas hasta el cementerio.
Yohadi Arteaga
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