El sospechoso de asesinar a Juan Montoya el pasado 12 de febrero en La Candelaria se presentó hoy en el Palacio de Justicia de Caracas y nadie lo detuvo, pese a que sobre él pesa una orden de captura desde hace semanas.
En horas de la mañana Hermes Barrera, como fue identificado el solicitado, se apersonó ante el juez 48 de Control de Caracas, Nelson Moncada, quien conoce ese caso y el relacionado con la muerte de Bassil Dacosta, el otro fallecido en los disturbios registrados en el centro de la capital tras la marcha estudiantil y opositora que ese día se desarrolló, pero así como entró salió.
El hecho generó revuelo en predios judiciales. ¿La razón? «Cuando un sospechoso sobre el que pesa una orden judicial de aprehensión se presenta voluntariamente en el Tribunal el juez debe ordenarle a los alguaciles retenerlo y luego celebrar una audiencia donde se decidirá si lo mantiene detenido mientras se le investiga o si se le impone una medida menos gravosa», precisaron los informantes, recordando lo que ocurrió con el dirigente opositor Leopoldo López, sobre quien fue dictada una orden de captura y tras unos días en paradero desconocido se puso a derecho.
De Barrera lo único que los confidentes aseguraron que es no es funcionario público.
De acuerdo a informaciones publicadas por el estatal Correo del Orinoco, el solicitado es miembro del Secretariado Revolucionario de Venezuela, la misma agrupación de colectivos a la que pertenecía el asesinado Montoya.