Corea del Norte consideró el jueves el ataque con cuchillo al embajador estadounidense en Seúl, Mark Lippert, como un «castigo justo», por la decisión de Estados Unidos de seguir adelante con las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur.
«Castigo justo para los belicistas estadounidenses», era el titular del breve despacho lanzado por la agencia de noticias oficial KCNA.
La agencia aseguró que el ataque a Lippert por un activista nacionalista refleja la postura de la opinión pública surcoreana «que es crítica con Estados Unidos por causar una crisis bélica en la península coreana por sus ejercicios militares conjuntos» con Seúl.
Añadió que el ataque era una «expresión de resistencia» válida.
Las maniobras conjuntas anuales, que siempre son motivo de tensión con Corea del Norte, comenzaron el lunes y movilizaron a miles de tropas estadounidenses y surcoreanas.
El hombre que asaltó a Lippert, Kim Ki-Jong, contó a la policía que el móvil de su acción había sido su oposición a estos ejercicios. AFP