Después de conectar un doble el jueves de la semana pasada, que puso fin a una sequía de 16-0, Wilmer Flores está en medio de una racha en la que ha ligado 11 hits en 14 turnos, con tres dobles y cinco remolcadas.
Esa actuación tuvo su cota más elevada en el Dodgers Stadium durante el fin de semana. Entre viernes y domingo, el campocorto de los Mets de Nueva York hilvanó tres encuentros con tres o más hits por primera vez en su carrera, incluidos los cuatro inatrapables que sacudió la tarde de ayer, en el triunfo de su club 8-0 contra Los Ángeles, que marcaron otro hito en la trayectoria del valenciano.
La explosión de Flores sirvió de bálsamo para los metropolitanos, cuya línea de producción (.234/.298/.358) y OPS (.656) se ubican en el penúltimo lugar de las Grandes Ligas.
«Yo hago lo mío desde que empecé en la pelota, jugando duro, haciendo lo mejor para divertirme», señaló a ESPN Deportes el joven, de 23 años de edad, que es segundo de su equipo en jonrones (10) y primero en remolcadas (38).
Pese a sus parcas declaraciones y su intención de no asumir protagonismos, su tórrido bateo del fin de semana ahora forma parte del libro de récords de las mayores.
De acuerdo con Elias Sports Bureau, Flores es el primer jugador desde 1900 en coleccionar al menos tres imparables en cada uno de los desafíos de una serie de tres o más encuentros contra los Dodgers.