Al poco tiempo de su creación, el AK-47 se convirtió en el arma más popular entre los militantes guerrilleros de ideología marxista, y en el arma principal de los ejércitos de los países firmantes del Pacto de Varsovia
Imagínense un arma, una que sea confiable, capaz de resistir la inclemencia de los elementos, poderosa y sobre todo barata. Un arma con la que se puedan librar guerras en todo el mundo a bajo costo y con tropas poco profesionalizadas. Pues, no hace falta imaginar mucho, esa arma ya existe y se llama AK-47.
Inventada por el ruso Mijaíl Kaláshnikov, (1919-2013), Avtomat Kaláshnikova modelo 1947, mejor conocida por el acrónimo antes citado, es un fusil de asalto soviético, de calibre 7,62 mm. Fue el fusil oficial de la Unión Soviética entre 1947 y 1978. A diciembre de 2007, el AK-47 es el arma de fuego de mayor producción de la historia, con cerca de 80 millones de unidades manufacturadas.
Un arma que por su bajo costo y facilidad de uso se fue extendiendo a lo largo del globo, principalmente en los países del tercer mundo, para equipar ejércitos irregulares y guerrillas.
Algo de historia
Mijaíl Kaláshnikov fue un militar soviético que combatió en la Segunda Guerra Mundial contra la Alemania nazi, en la cual fue herido por un disparo en la batalla de Bryansk. Durante su estancia en el hospital se inspiró para crear una nueva arma, ya que las anticuadas carabinas soviéticas eran de difícil uso y presentaban distintas complicaciones para los soldados del Ejército Rojo. Al salir del hospital, en 1942, Kaláshnikov fue inmediatamente al taller, donde empezó a fabricar sus diseños. Este nuevo proyecto llamó la atención de sus superiores y lo trasladaron al Instituto de aviación de Moscú para trabajar con más recursos.
En 1946 Kaláshnikov ya tenía finalizado un fusil de asalto de fuego rápido, pero continuó perfeccionando el diseño mientras el ejército ya lo probaba. A este fusil se lo denominó AK-46 y a la versión final, AK-47. En 1949 el Ejército Rojo lo adoptó como arma principal de la infantería, aunque no fue hasta 1954 cuando entró en servicio a gran escala. Debido a su excelente desempeño, el AK-47 se convirtió en la espina dorsal del Ejército Rojo.
Al poco tiempo de su creación, el AK-47 se convirtió en el arma más popular entre los militantes guerrilleros de ideología marxista, y en el arma principal de los ejércitos de los países firmantes del Pacto de Varsovia (alianza impulsada por la Unión Soviética para hacer contrapeso a la Organización de Tratado del Atlántico Norte, OTAN, compuesta por Estados Unidos y países europeos).
En la actualidad es producido por 18 países: Albania, China, Bulgaria, la extinta Alemania Oriental, Hungría, Egipto, India, Irak, Irán, Marruecos, Finlandia, Corea del Norte, Vietnam, Yugoslavia (actualmente Serbia), Pakistán, Polonia y Rumanía, y de manera privada para uso deportivo y de colección, por empresas en los Estados Unidos.
La consentida de las revoluciones
Gracias a que los materiales y la construcción de la AK-47 son de bajo coste y por su facilidad de uso se ha convertido en el arma más numerosa del planeta y de las más utilizadas por los grupos irregulares, guerrilleros, narcotraficantes y fuerzas armadas de países del tercer mundo. Solo tiene ocho piezas, lo que la hace de fácil mantenimiento, además que puede ser sumergida en el agua o enterrada en la tierra y puede seguir funcionando.
Por su peso ligero fue usada en África por tropas de soldados niños, quienes realizaban asaltos a posiciones enemigas durante las múltiples guerras civiles que se presentaron en el continente en los años noventa.
Ha tal punto ha llegado su trascendencia que el AK-47 aparece en la bandera de Mozambique, así como en los escudos de Zimbabue, Burkina Faso (durante 1984-1997) y Timor Oriental. El fusil Kaláshnikov también está presente en la bandera de la organización libanesa Hezbolá.
Se perdieron esos reales
En 2006 se anunció un acuerdo entre Venezuela y Rusia para construir una fábrica de fusiles de asalto AK-103 y AK-104 además de municiones para estos en calibres 7,62×39 mm.
Esta tendría que comenzar su actividad entre el cuarto trimestre de 2009 y el primero de 2010, sin embargo los plazos se alargaron y en 2012 se anunció que la planta solo estaba al 60 %.
El 13 de junio de este año el ex senador ruso Serguéi Popelniujov ha sido acusado por el Ministerio del Interior de Rusia de fraude por, supuestamente, apropiarse de unos 18 millones de dólares para la construcción de dicha planta.