A la comisaria acudieron el Fiscal 23 de los Derechos Fundamentales y el Fiscal Superior del estado Miranda, quienes se comprometieron a agilizar los procesos penales y los traslados a centro de reclusión con mayor capacidad
Los presos recluidos en los tres calabozos de la Policía Municipal de Cristóbal Rojas, iniciaron una huelga de sangre, en horas de la mañana de ayer, para denunciar retardo procesal por parte de los Tribunales del Circuito Judicial Penal de los Valles del Tuy y del área Metropolitana de Caracas.
Se conoció que alrededor de 25 detenidos se cortaron superficialmente brazos y piernas, con leve sangramiento, para exigir además un trato más humano por parte de los funcionarios policiales y condenar el hacinamiento.
Los familiares de los privados de libertad, indicaron a este medio que tienen ochos días que no les permiten el ingreso de artículos de higiene, cambio de ropa y sábanas a sus allegados. Denunciaron que los reos se encuentran en interiores y no han podido guindar sus chinchorros, por lo que están durmiendo sentados o de pie. Sólo les han pasado agua y algunos alimentos.
Al respecto, el director de Policharallave, comisario Héctor García, informó que al iniciarse la manifestación de los internos, en la comisaría se hicieron presentes el Fiscal 23 de los Derechos Fundamentales y el Fiscal Superior del estado Miranda, quienes conversaron con los reos, comprometiéndose en agilizar los procesos penales y los traslados a centros de reclusión con mayor capacidad.
Precisó, que en horas de la noche del pasado domingo realizaron una requisa en las celdas, donde incautaron 15 objetos cortantes y punzo penetrantes, además de droga y pega blanca que es utilizada para formar una capa para cubrir un boquete y luego escapar.
El jefe policial, señaló que sostuvieron una reunión con los familiares de los reclusos y acordaron cumplir las normas impuestas por este organismo de seguridad. Posteriormente, este mismo jueves fue levantada la huelga por parte de los reclusos.
Motín en Nueva Cúa
En los calabozos de la sede de Polimiranda, ubicada en la parroquia Nueva Cúa, hubo un intento de motín, tras la clausura de unos bloques de ventilación, ubicados en la pared de la parte posterior de las celdas. La medida fue tomada por directivos de este cuerpo de seguridad, debido a que por las aberturas de dichos bloques, que dan hacia la parte externa del lugar, los reos recibían objetos que generaban peleas entre ellos.
Cabe destacar, que en este recinto se encuentran 64 detenidos. La situación fue controlada por los efectivos policiales.
MIP-TUY Agencia
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