La introducción de un importante personaje, una posible muerte, un momento culminante y una pantalla en negro. Así se resume el final de temporada de The Walking Dead, que se transmitió la noche del domingo en EE.UU.
Tal como ha ocurrido con las temporadas anteriores, la duda de qué irá a ocurrir en los próximos episodios, fue el final perfecto para una temporada marcada por varios acontecimientos inesperados.
Luego de que en su penúltimo episodio los seguidores quedaran al borde del infarto con la incertidumbre de la posible muerte de Daryl, finalmente pudieron saber el verdadero futuro del personaje… pero por mucho tiempo.
Lo que a mediados de temporada era un secreto a voces, finalmente ocurrió: los seguidores de la serie de AMC pudieron conocer, en los últimos 10 minutos, al temible Negan, con una entrada impactante. «La más grande que se haya escrito», según su protagonista Andrew Lincoln, quien interpreta a Rick Grimes.
En un episodio lleno de encuentros con los Salvadores (grupo de antagonistas), todo termina con una escena en la que el grupo conoce a Negan. «¿Ya se mearon en los pantalones?», pregunta el villano durante su entrada a Rick, Carl, Michonne, Abraham, Sasha, Glenn, Maggie, Daryl, Rosita, Eugene y Aaron, quienes se encontraban en fila frente a él, mientras escogía a quién matar.
Cuando tomó la decisión, se vio cómo tenía a su víctima en la mira al tiempo que agarraba a Lucille (su bate cubierta con alambre de púas), listo para golpear. Escena siguiente, la cámara cubierta de sangre, se escucha un grito y la muerte de uno de los personajes favoritos. ¿Cuál es? Es el misterio que se revelará en la séptima temporada.
«El final de la historia es lo que la gente vio», aseguró en una entrevista el productor ejecutivo de la serie, Scott M. Gimple. «Cuando se sepa quién es la víctima, será el comienzo de otra historia. Los efectos de ese contragolpe, lo que la gente espera, su reacción, cómo este mundo cambia para todos; es la siguiente parte de la historia», agregó.
YM