Rudy Giuliani, el principal prospecto de Donald Trump para el cargo de secretario de Estado, ha asesorado a personalidades políticas del extranjero y trabajado para firmas de cabildeo y seguridad cuyos clientes tenían complicadas relaciones con el gobierno de Estados Unidos.
Aunque personalmente no ha estado involucrado en cabildeo, Giuliani pasó años en firmas que representaban a gobiernos y a compañías multinacionales, algunas de las cuales tenían intereses distintos a los de Estados Unidos.
También pronunció discursos en los que exigió que el Departamento de Estado retirara a un grupo opositor iraní de una lista de terroristas elaborada por el gobierno estadounidense.
Mientras el exalcalde de Nueva York aguarda para descubrir si es el elegido de Trump para ser secretario de Estado, el amplio trabajo de consultoría y asesoría de Giuliani para clientes extranjeros y corporativos podría dejarlo expuesto a las mismas críticas que él planteó en torno a los vínculos de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton con gobiernos extranjeros y corporaciones que habían hecho donativos al organismo de ayuda humanitaria de su familia, la Fundación Clinton.
«Lo que ella hizo con la Fundación Clinton y todos los favores que el Departamento de Estado hizo a cambio de cientos de millones de dólares es, para mí, una violación clara a la ley de conflictos de intereses», declaró Giuliani a la cadena CNN en agosto.
Pero cuando Clinton fue secretaria de Estado, ella era la que estaba preocupada por Giuliani después de que él viajó a Belgrado y se reunió con líderes de un partido serbio que alguna vez fue aliado del político serbio Slobodan Milosevic.
«Esto es indignante», escribió Clinton en un correo electrónico en abril de 2012 después de que su jefa de personal, Cheryl Mills, le pasó una copia de una historia de The Associated Press acerca de la reunión de Giuliani con funcionarios del Partido Progresista Serbio. Milosevic, acusado de crímenes de guerra por su conducta en las guerras de los Balcanes en la década de 1990, falleció en prisión hace 10 años.
AP