Familiares, amigos y vecinos se movilizaron a la Fiscalía Superior de Vargas y se declararon en protesta por lo que definen como un “abuso policial”
Era la madrugada del sábado 4 de febrero y Samir Lunar, Nelson Archila, Daniel Cardona, Robert Gil y un menor de edad, todos residentes del sector Sorocaima de Maiquetía, tomaban y conversaban.
Es una práctica común de la barriada reunirse en la equina de la cuadra. Sin embargo, ese día ocurrió algo inusual. Un comando del Cicpc llegó al sitio y los detuvo. Los acusaban de estar implicados en el robo de comida que se registró el día anterior en el liceo Evelia Avilán de Pimentel, ubicado a escasa distancia del sector, en la avenida Soublette.
Todos negaban que se hubiesen acercado al liceo y pedían que les permitieran llamar a sus familias y le mostraran las pruebas que los involucraban en el hecho. Pero no hubo tiempo. Los funcionarios llegaron con arma en mano y disparando. Fueron esposados y trasladados al Retén de Macuto y de manera exprés presentados ante los tribunales, aduciendo flagrancia, imponiéndoles una privativa de libertad por 45 días y el traslado a la cárcel de El Rodeo y acusados por los delitos de agavillamiento, asociación para delinquir y hurto agravado.
Toda esta situación llevó a familiares y vecinos a protestar el jueves 9 de febrero frente a la sede de la Fiscalía Superior de Vargas, ubicada en la avenida La Atlántida de Catia La Mar.
“No entendemos cómo puede haber medida privativa de libertad sin averiguaciones, ni pruebas. Incluso uno de los detenidos es integrante activo del Consejo Comunal, reconocido por su labor en el área deportiva por las propias autoridades regionales. La verdad es que esos funcionarios se equivocaron o simplemente les pidieron detenciones para medir efectividad y estos son los chivos expiatorios”, explica Ronald González, de la comisión de Contraloría Social del Consejo Comunal Sorocaima 082.
Antes de esta protesta en la Fiscalía Superior, los vecinos realizaron un pancartazo en la cancha del sector y al inicio de la semana tomaron la avenida Soublette, en horas de la noche.
Familiares y vecinos de los detenidos temen que la situación obedezca a otro tipo de intereses, por cuanto les sorprende la manera en que ha sido llevado el caso, que carece de pruebas para los cargos que se les imputa.
“Hubo abuso policial y además se habla de flagrancia, cuando ellos no fueron detenidos ni cerca del liceo. A los abogados no les han permitido hacer su trabajo. Pareciera hay un interés es tener a un culpable por este caso”, comentó María Álvarez, vecina del sector.
Aseguran que se mantendrán en protesta activa, hasta que se esclarezcan los hechos y se logre la libertad plena de estos detenidos.