El sacerdote Gerardino Barracchini, párroco de la iglesia de la Candelaria, en torno al tema del análisis biográfico del Dr. José Gregorio Hernández, nos ofrece su particular visión anecdótica sobre el velorio y posterior inhumación del médico de los pobres, dato crucial para comprender, el por qué los restos del venerable reposan en la iglesia de La Candelaria.
Por Yahve Álvarez
Barracchini, agregó que: “Ricos y pobres asistieron al sepelio, trasladando la urna desde la Capilla Ardiente en el Palacio de las Academias al Cementerio General del Sur hasta altas horas de la noche, donde al final fueron sepultados sus restos en el panteón familiar de los Hernández”.
En torno a la reflexión historiográfica, el párroco de La Candelaria, destacó que: “Los diarios de la época titularon, ha muerto un santo, por esta razón se puede afirmar que antes de la muerte del médico de los pobres, ya el Venerable tiene investidura de santidad”.
“El peregrinar a la tumba se inicia en el mismo momento de su fallecimiento, era un hombre de ciencias, pero con un espíritu de fe inquebrantable. Para el año 1939 sus restos fueron trasladados a otro panteón del mismo cementerio, decisión que tomó la familia, y es en este instante cuando se inicia la masiva devoción a sus restos”, destacó Barracchini.
“El cardenal José Alí Lebrúm, es quien decide exhumar los restos del Venerable, para trasladarlo a un lugar de mayor dignidad donde se pueda visitar. El 23 de octubre 1975 es sepultado el médico de los pobre, en el antiguo bautisterio de Nuestra Señora de La Candelaria, por ser una zona fácil de llegar desde cualquier lugar de la ciudad de Caracas”, puntualizó en términos históricos Barracchini.
“La proclamación sobre la figura del Venerable, es una ilusión hecha realidad en muchos venezolanos. Es curioso, pero la figura del médico de los pobres ha pasado a ser parte de nuestro gentilicio cultural, para creyentes y no creyentes, y todo se debe al legado que dejó el Venerable como hombre de ciencia y fe católica”, precisó Barracchini.
“Los días que registran mayor cantidad de visitas a la iglesia de La Candelaria, donde reposan los restos del Venerable, son el 26 de octubre, fecha de su natalicio y el 29 de julio, fecha de su desaparición física; cientos de feligreses visitan nuestra capilla”, refirió a forma conclusiva Barracchini.
Ahora, después de la aprobación de la beatificación del Venerable, se espera que en la propia iglesia de La Candelaria, se realice la construcción de un nuevo pabellón póstumo para el primer beato del país.
RELATO INÉDITO DE UN MILAGRO Y UNA GRACIA A TRAVÉS DE LA DEVOCIÓN DE LA FELIGRESIA HACIA EL VENERABLE
La venezolana Gradybel Almeida Noguera, residente del municipio Carrizal del estado Miranda , como devota del médico de los pobres, nos ofrece su sentido testimonio, de cómo ella pasó por la experiencia de recibir una gracia o un milagro del siervo ejemplar, cuando en noviembre del 2008 fue diagnosticada con cáncer en los senos.
Y relata su vivencia de la siguiente forma: “A los 28 años de edad fui diagnosticada con un cáncer de mama, desde ese momento siempre en familia oramos para solicitar la intercesión del Dr. José Gregorio Hernández, por mi pronta sanación.
Almeida nos confiesa que: “Mi madre tenía la costumbre de encender un velón todas las noches al lado de la estampita y oración del Dr. José Gregorio Hernández, tenía la costumbre de colocar cada noche nuestras ofrendas en el relicario familiar que le tenemos al Dr. Hernández. Es curioso que una noche, al finalizar nuestras oraciones, pudimos notar que al apagarse la llama del velón, se podía reconocer la semblanza del rostro del Dr. José Gregorio, lo negro de la llama apagada definía la forma del bigote acompañado de la forma y el color negro del sombrero, quedamos sorprendidas de esta imagen y el momento lo interpretamos como la enunciación del santo”.
Con voz quebrada, Gradybel Almeida, me confiesa a través de un mensaje de voz, que “ella recibió el milagro, que ella puede atestiguar haber recibido el milagro, porque después de haber pasado por el episodio del velón con la semblanza del Venerable, ella tenía que recibir una intervención quirúrgica, para realizarle una mastectomía radical de los senos o extirpación del tumor como el protocolo del tratamiento post quimio lo sugería, lo que en efecto se le realizó. Debo resaltar que la doctora que me realizó la operación, nos confesó a la familia que realmente la operación no era necesaria, debido a que los exámenes pre operatorios reflejaban que yo estaba curada”.
De esta manera, podemos recoger uno de los miles de testimonios sobre las gracias, los favores o milagros concedidos por Dios a través de la intercesión del médico de los pobres, el Venerable, el cristiano ejemplar.
Vale la pena destacar los siguientes datos, la fecha del diagnóstico fue en noviembre del 2008, con la siguiente definición: “Carcinoma Ducto-Lobulillar Infiltrante con células en anillo de sello, invasión vascular linfática presente” (…) “La historia médica 149876 del Instituto de Ontología Luis Razetti, médico tratante Dr. Carlos Paz y Dr. Gabriel Romero. Tratamiento pre-operatorio: Quimioterapia neo adyuvante con 4 ciclos de A.C.”
Igualmente recogemos el testimonio de un modesto habitante del estado Trujillo, de nombre Luis Nieto, al confesar que “los habitantes de esta localidad del país, en su gran mayoría son devotos del Venerable, ya que es parte de la cultura y el gentilicio local, todo esto como parte del folclor popular y ancestral de los pueblos”.
No obstante, afirma en forma categórica, que: “El médico de los pobres, por ser de Trujillo, nacido en Isnotú del municipio Rafael Rangel, no es solo un símbolo de nuestra localidad, es parte de la conjunción simbólica de todo un país, de la construcción antropológica y sociológica de toda una nación, que ahora en tiempos de pandemia, implora por su inmediata sanación”.
“El médico de los pobres, así como se conoce a este ilustre trujillano, nos muestra su intercesión todos los días a través de la gracia y el milagro de vivir, y de vivir en paz con el prójimo. En este pueblo de Trujillo, todos los días recogemos testimonios de gracias concedidas por el Venerable, ante la salud cotidiana de un vecino, ante la vida de un humilde campesino trabajador del campo, ante la vida de los estudiantes y el cumplimiento de sus constantes retos de vida, por esta razón confieso que el Dr. José Gregorio es el santo de todos los venezolanos”.
Sobre la realidad de devoción, Nieto relata “en Isnotú existe un santuario donde miles de personas, le rinden culto a diario. Es un lugar emblemático para el estado Trujillo, y de visita fija para cualquier visitante, sea seguidor creyente de la fe cristiana o no” (…) “es tradición que todos los principios de año, los habitantes de la localidad realizan una caminata en la periferia del santuario desde Valera hasta Isnotú, en homenaje al doctor de los pobres. Nosotros los venezolanos en tiempos de pandemia o Covid-19, requerimos con humildad la alegría de recibir la noticia de que nuestro ilustre trujillano será Dios mediante, dentro de poco tiempo, el santo reconocido por las autoridades eclesiásticas del Vaticano, para así regalarle al pueblo venezolano una merecida alegría en tiempos de crisis sanitaria mundial”.
“Cabe destacar, que los pacientes se trasladaban a su humilde casa, y cuenta la gente de la época, que el médico de los pobres siempre los atendía, muchas de la veces sin cobrar sus honorarios profesionales, y en varias oportunidades él también colocaba de su bolsillo, para comprar en la botica del pueblo, el tratamiento que el paciente requería, por esta y muchas razones más, el Venerable es uno de nuestros mayores orgullos nacionales, como ejemplo de filantropía y entrega al pueblo en general”, esgrime de forma enfática el señor Nieto.
DESDE EL ESTADO TRUJILLO: ¿QUIÉN FUE Y QUIÉN ES EL Dr. JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ, ANTES Y DESPUÉS DE SU BEATIFICACIÓN?
“Para el pueblo trujillano, es un orgullo de nuestra cultura y tradiciones regionales. Recibir la noticia de su beatificación es como un milagro para todo el pueblo venezolano, en tiempos de crisis tanto local como mundial, producto de la pandemia del coronavirus”, así lo reconoció, monseñor Oswaldo Azuaje, obispo de la diócesis de Trujillo. Desde su responsabilidad eclesiástica, nos ofrece una particular visión, sobre la tan anhelada noticia de la beatificación y canonización del médico de los pobres.
“Desde hace casi 8 años estoy como obispo de Trujillo, para mí ha sido una experiencia muy hermosa, sobre todo al compartir con los feligreses de esta región del país, recibimos con alegría la beatificación del Siervo de Dios, Venerable y ahora Beato”, de esta manera manifestó su emoción monseñor Azuaje.
Desde la dimensión regionalista, del acervo cultural popular, también se puede proponer que el médico de los pobres, según Azuaje es: “Un trujillano ejemplar, representa los valores más insignes del habitante de esta región del país: honesto, trabajador, sencillo, modesto, puntual, exigente con el sentido de la responsabilidad, respetuoso con el prójimo, desprendido por el tema material, virtuoso, y agradecido por los favores concedidos por Dios”.
“El estado Trujillo fue la patria chica del Venerable, de aquí salió muy joven para finalizar sus estudios de bachillerato en la capital del país, Caracas, que, por cierto, para llegar a la capital en esa época desde los andes era muy complejo”, destacó monseñor Azuaje.
“Proveniente de una familia sencilla, ni pobre ni rica, pierde a su madre a los 8 años y yo creo que este capítulo de su vida lo marcó, el haber nacido en Trujillo, y el haber crecido hasta los 13 o 14 años al lado de su familia, le forjó como persona, lo que nos demuestra la dimensión tan característica del venezolano, un hombre laico, servidor a favor de la ciencia, pero también percibimos al hombre de profunda religiosidad popular, con una formación increíble, él procuró formarse bajo la devoción franciscana, muy religioso, teniendo estas dos dimensiones del hombre, podemos llegar a comprender la altura moral de su pensamiento”. Así lo subrayó Azuaje.
“Como hombre de ciencia era un servidor público, pero como hombre de fe, refleja un hombre consagrado a la fe cristiana, en él podemos encontrar una perfecta síntesis, de hombre de ciencia y profundamente religioso, es el ejemplo de un venezolano santo, por esto se le llama Venerable”, afirmó Azuaje.
Desde la concepción regionalista, podemos intentar comprender la visión multidimensional en la personalidad del Siervo de Dios, su formación inicial de origen rural y campesino, marcó notablemente su carácter como hombre de ciencia y de fe cristiana.
Es importante destacar, que el actual gobernador del estado Trujillo en la región de los Andes venezolanos, Henry Rangel Silva, en numerosas oportunidades ha manifestado de forma pública y notoria la importancia que reviste para el pueblo trujillano y el pueblo venezolana en general la ahora probada beatificación del Venerable.
En este mismo sentido de valor regionalista, también entrevistamos al párroco de la localidad originaria de Isnotú, rector del santuario del Divino Niño del Dr. José Gregorio Hernández, en el estado Trujillo, padre José Magdaleno Álvarez Briceño, quien en torno a la vida y obra del Venerable, acotó que: “La diócesis de Trujillo se llena de júbilo, por la positiva aprobación en el proceso de beatificación del Venerable. Nosotros representamos la voz de los trujillanos desde la dimensión de la fe cristiana, junto con la Arquidiócesis de Caracas, compartimos esta enorme alegría, es que la beatificación de nuestro venerable es ahora una realidad”.
Esta es una buena noticia para todos los venezolanos, la ahora beatificación del médico de los pobres, para Trujillo representa un valor de mayor alegría, porque el Venerable es un hijo de esta tierra, éste ha sido un lugar de referencia para los devotos de Venezuela y de muchas partes del mundo”, así lo consideró Álvarez.
“Isnotú es un lugar de peregrinación, aquí está el santuario dedicado al Niño Jesús del Dr. José Gregorio Hernández, una imagen que le regaló el arzobispo latino de Jerusalén, y esa es la imagen que tenemos aquí en Trujillo”, destacó el párroco Álvarez.
“Aparte de templo, también tenemos el lugar donde él nació, con los horcones originales, así mismo tenemos el museo, donde se guardan todos los objetos que usó en esta vida el Venerable; es importante destacar que era un hombre tan querido para la época, que tenemos en el museo el teléfono que él uso, con el dial número 1, esto representa la importancia de este hombre para la Venezuela de la época”, resaltó el padre Álvarez.
“Aquí reposan, su cama, el escaparate y una cantidad grande de objetos que él utilizó, así como también, tenemos las imágenes sagradas que él utilizaba para rezar en su infancia. Nuestros peregrinos por millones, vienen especialmente el 26 de octubre y el 29 de junio, es un paraje de presencia turística para nuestros visitantes y feligreses. En temporadas de vacaciones son miles de seguidores del Venerable los que visitan este recinto sagrado. Para nosotros el Venerable fue un médico ejemplar pero también fue un ciudadano ejemplar, invitamos a imitar todas sus virtudes”, puntualizó Álvarez.
“Este año 2020 no será la excepción para que los católicos trujillanos y todos aquellos que gusten sumarse conmemoremos un nuevo aniversario del fallecimiento del Dr. José Gregorio Hernández, a 101 de su partida física” indicó el presbítero José Magdaleno Álvarez, párroco de Isnotú y rector del santuario dedicado al Niño Jesús que perteneciera al Venerable.
Ya están acostumbrados los católicos trujillanos, que cada 26 de octubre y cada 29 de junio, participan en las peregrinaciones, eucaristías, caminatas y diversos actos religiosos en el pueblo natal del Venerable Dr. José Gregorio Hernández.
En Isnotú confluían miles de peregrinos para testimoniar su gran devoción y cariño hacia su ejemplar paisano. Otros cientos de devotos provenientes de otras regiones del país se sumaban a las multitudinarias manifestaciones de fe y piedad religiosa.
El sacerdote describió la amplia programación aniversaria preparada por la diócesis de Trujillo, con su Obispo Oswaldo Azuaje a la cabeza. Los actos se iniciaron el viernes 26 con la presentación de la Comisión Diocesana por la Beatificación del Venerable Dr. José Gregorio Hernández. Durante los siguientes días se difundió y realizó un tributo de oraciones haciendo referencia a su vida y obra.
Para la concreción de las actividades se contó con el trabajo conjunto entre el santuario de Isnotú y la Vicaría Episcopal de Comunicaciones, y particularmente con el respaldo de la emisora diocesana Paz Fm 98.9. De igual manera varias radios comerciales y comunitarias se sumarán a la programación religiosa en el estado Trujillo.
“Si las condiciones sanitarias lo permiten habrá posibilidad de una peregrinación simbólica; es decir, esperamos contar con las debidas autorizaciones para que un pequeño grupo de devotos previamente identificados y organizadamente, asistan al santuario el lunes 29 de junio representando así a los miles que quisieran hacerse presentes en el lugar donde nació y creció José Gregorio Hernández. Pero de todos modos esperamos que todos los católicos trujillanos hagan suya esta programación participando a través de los medios de comunicación y las redes sociales y vinculando a sus familias, instituciones y grupos, en esta importante actividad que nos prepara para la ahora beatificación de nuestro coterráneo” finalizó Álvarez.
La Comisión Diocesana pro Beatificación es la organización que viene motivando las orientaciones y actividades en preparación a la beatificación, procurando que no se reduzca a los actos de piedad, sino que el acontecimiento histórico incida en la vida y realidad social de los trujillanos donde se aproveche el caudal de valores humanos y cristianos del Dr. José Gregorio Hernández.
El 26 de octubre del 2020 se cumplieron 156 años del natalicio del Dr. José Gregorio Hernández. Teniendo esta región el lugar donde nació y se formó el médico de los pobres, la Iglesia Trujillana se aprestó a conmemorar la fecha solemnemente en su momento después de haber sido beatificado.
La programación buscó mantener el entusiasmo y la vinculación del pueblo católico en la ruta de preparación de los actos que con motivo de la beatificación se realizaron en Caracas, Trujillo y diversos lugares del país.
En opinión del presbítero Magdaleno Álvarez, Rector del Santuario de Isnotú, los venezolanos tienen en la esperada beatificación un motivo de esperanza en medio de tanta tribulación en tiempos de pandemia, por lo que estos actos contribuyen a afianzar más la devoción y a motivar a la gente para que conozca mejor la vida del Venerable.
Desde el 01 de octubre hasta el día 26, día del natalicio, en toda la geografía trujillana se realizaron actividades relativas al famoso y admirado personaje. En este sentido “se generó una amplia difusión de materiales audiovisuales, mensajes, actos religiosos por los medios de comunicación social y algunas actividades con participación de los fieles”, indicó el padre Álvarez.
Los medios de comunicación como radio Paz 98.9 FM y redes sociales de la Iglesia católica se sumaron a la difusión de material fomentando la oración, motivación y conocimiento de la egregia figura del Dr. Hernández. “Así mismo los medios de comunicación públicos y privados podrán hacer lo propio en sus programaciones. Participaron de la programación el sector educativo, instituciones públicas y privadas, grupos de apostolado eclesial, secretariados de pastoral y otros. Es importante que quienes tengan iniciativas factibles y útiles puedan implementarlas y hacerse partícipes del entusiasmo y fervor que nos prepare a la beatificación” indicó el padre Álvarez.
Una de las iniciativas de piedad popular consistirá en la realización de la novena al Dr. José Gregorio Hernández la cual fue compartida por las redes sociales, medios de comunicación y cadenas de distribución de contenido por los teléfonos inteligentes.
En el pueblo de Isnotú, centro de peregrinaciones que cuenta con el sitio del nacimiento, el santuario y un valioso museo, se presentó una programación especial para la cual se coordinó con las autoridades regionales y locales. Sobre todo, los fines de semana se programaron múltiples eventos religiosos en el llamado paraíso espiritual, actos con presencia de feligreses en reducida cantidad y guardando las respectivas medidas de bioseguridad, producto de los tiempos de Covid-19.
El 26 de octubre se realizó una transmisión especial en directo por varias emisoras radiales. La celebración central de aquel día contó con la presencia del Obispo diocesano monseñor Oswaldo Azuaje, quien, junto a una representación del clero, presidió los actos religiosos.
Cabe señalar que la Comisión Diocesana pro Beatificación es la organización que viene motivando las orientaciones y actividades en preparación a la beatificación, procurando que no se reduzca a los actos de piedad, sino que el acontecimiento histórico incida en la vida y realidad social de los trujillanos donde se aproveche el caudal de valores humanos y cristianos del Dr. J. Hernández. Para ello se crearon comisiones por áreas de la vida social, se alentó la participación activa de la ciudadanía y, entre otras iniciativas, se crearon múltiples comisiones locales en Isnotú y Boconó. Desde la coordinación diocesana se trabajó en comunión con la Comisión Nacional que dirige la Arquidiócesis de Caracas especialmente con el plan Venezuela Camina con José Gregorio Hernández, espacio digital creado con la finalidad de mantener vivo el debate socio-histórico y religioso en torno a la vida y obra del médico de los pobres.
Finamente, el padre Álvarez destacó que a pesar de la crítica situación económica por la que atravesamos en el país, los espacios religiosos de Isnotú seguirán siendo atendidos por la Iglesia para prepararse a la beatificación. Hace unos meses se realizó el trabajo eléctrico del templo parroquial, los vitrales y se inició la restauración de las bancas del mismo. La parroquia aguarda por el proyecto de reparación del techo, obra prometida por los organismos públicos para ser ejecutada en estos meses.
Así mismo desde el santuario se viene impulsando la campaña “Amigos y Devotos del Dr. Hernández para su Santuario de Isnotú” mediante la cual se están ejecutando algunas reparaciones, entre ellas el sistema eléctrico del templo del Divino Niño, del sitio de oración y la plazoleta, ambientes que integran el santuario local. Esta obra será inaugurada durante el mes de octubre.
“Los devotos tienen diversas formas de ayudarnos. La primera es con su oración y con su cercanía, pero también pueden cooperar con sus ofrendas monetarias y materiales y/o contactando devotos que tengan posibilidad de respaldar alguna de las necesidades que en el orden material deben alistarse para los actos que se realizarán en el marco de la beatificación» señaló el párroco.
MÚLTIPLES ANÉCDOTAS. NACIONALISTA, PROGRESISTA, DISCIPLINADO Y HOMBRE HONESTO, DIMENSIONES EN EL CULTO AL VENERABLE DESDE EL FOLCLOR POPULAR AL MÉDICO DE LOS POBRES
“El Dr. José Gregorio Hernández, era un hombre nacionalista a carta cabal, se enlistó en el Ejército nacional, para el año 1902 cuando las costas venezolanas fueron bloqueadas por la planta insolente del extranjero a profanar el suelo sagrado de la patria”, así lo afirmó, El Director del Centro Nacional de Historia, Alexander Torres Iriarte, en torno a su interpretación de la figura iconográfica del Venerable en términos del nacionalismo patrio.
“Producto de la convocatoria nacionalista contra el bloqueo de 1902, José Gregorio Hernández se alistó en el ejército nacional, al demostrar su profundo sentido patriótico, abrazando la bandera en defensa de la patria, esto quiere decir que el médico de los pobres, también fue un hombre con un profundo amor a la patria”, así los destacó Torres.
Según, el intelectual venezolano, Luis Brito García, en un artículo titulado “La Planta Insolente de la OEA” publicado por el portal, La Haine, del 6/6/2016, con relación a la visión nacionalista del Venerable, sólo en una oportunidad la oposición se había rebajado a solicitar explícitamente una intervención contra su propio país. En 1902, tras ser derrotada estruendosamente en la revuelta de caudillos mal llamada «Libertadora», la oposición promovió una intervención de Inglaterra, Alemania e Italia, que con 15 acorazados bloquearon y bombardearon Venezuela. «La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria», proclamó el presidente Cipriano Castro, y a su llamado, todo el país, como un bloque, incluido el doctor José Gregorio Hernández, se alistó para resistir”.
“El Venerable es parte del imaginario folclórico popular en la cultura nacional, porque su estampa traspasa el umbral de la fe o la creencia; referimos este argumento, porque existe una línea muy delgada entre el carácter de la fe y lo místico religioso, vinculado a los múltiples temas de la cultura popular. Para los venezolanos, el Dr. José Gregorio Hernández, tengas o no tengas fe, es parte de nuestra cultura popular, es una imagen iconográfica presente en las culturas sincréticas de nuestro país, es parte de nuestra identidad nacional”, así lo refirió el historiador y docente universitario Torres.
“La vida del venerable está escrita entre la práctica de la fe y la razón. Un hombre por redescubrir cotidianamente, todo esto porque fue un hombre de a pie que tránsito la vida cotidiana de los venezolanos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX”, destacó Torres.
Sobre redescubrir al Venerable desde una dimensión histórica, antropológica y sociológica, el filósofo venezolano, Carlos Ortiz, docente universitario y escritor ampliamente reconocido por sus publicaciones en torno al médico de los pobres, nos contó la siguiente anécdota: “Considero que cuando el Dr. Hernández publicó su texto Elementos de Filosofía, lo que realmente quiso realizar, fue un debate público intelectual, al intentar discutir en términos académicos con la corriente positivista de la época, que quería imponer el criterio eurocéntrico y positivista, de eliminar la cátedra de filosofía en la educación básica del país, sosteniendo que la filosofía no era una ciencia. Es bueno recordar que en cuatro meses se agotó la primera edición de su libro, convertido en un Best Seller del momento. Todo esto precedido de su fama de científico formado con los grandes maestros de Francia, reconocido ya como padre de la medicina moderna y la ciencia experimental en Venezuela. Sorprendió a muchos con esta publicación”.
En el prólogo de este texto, tan polémico para la época, el Venerable afirmó que: “El alma venezolana es esencialmente apasionada por la filosofía. Las cuestiones filosóficas la conmueven hondamente, y está deseosa siempre de dar solución a los grandes problemas que en la filosofía se agitan y que ella estudia con pasión. La ciencia positiva, la que es puramente fenomenal, la deja la mayor parte de las veces fría e indiferente” (…) “Dotado como los demás de mi nación, de ese mismo amor, publico hoy mi filosofía, la mía, la que yo he vivido; pensando que por ser yo tan venezolano en todo, puede ser que ella sea de utilidad para mis compatriotas”.
Sobre esta realidad, Ortiz, interpreta desde el relato anecdótico, la dimensión progresista del médico de los pobres, al intentar debatir con la clase intelectual de la época, en aras de hacer posible la defensa intransigente de sus creencias éticas desde un plano filosófico y educativo; en este sentido reiteró que: “Estos comentarios son reveladores, pues el libro salió en 1912, cuando la corriente positivista encabezada por Gil Fortoul amenazaba con eliminar los estudios de filosofía. El Dr. Hernández estaba denunciando que hacerlo era arrancarles a los venezolanos un pedazo del alma. Su protesta fue en vano: antes de terminar ese año la Filosofía fue suprimida como disciplina académica. Pero sus palabras calaron en el público: meses después circulaba la segunda edición”.
“En la antología epistolar del Dr. Hernández, esta una carta dirigida a la señora Carmelina López de Ceballos; en esta carta el Venerable, incorpora una foto que se toma en la cuidad de New York, imagen icónica en la cual aparece con un traje negro y sombrero negro. En el contenido de la carta pareciera que el Dr. Hernández está pretendiendo afectivamente a la dama, lo curioso de la carta es que la dama tiene apellido de casada, y los valores del médico de los pobres eran muy firmes para esa época de nuestra historia, curioso”, destacó Ortiz.
En medio de esta realidad, el historiador Mays Aguiar Fagúndez, también nos ofrece su impresión histórica, sobre el Venerable desde una dimensión ética, al recordarnos su profundo sentido de la honradez; sobre este tema nos apostilló que: “Cuando al Dr. Hernández, lo mandan a estudiar a Francia, lo enviaron realmente con una misión, que era traer para Venezuela los conocimientos y los equipos necesarios para fundar la cátedra y los estudios de genética en las bacterias, bacteriología. De esta forma recibió un dinero para comprar equipos de investigación científica y así fundar el primer laboratorio de estudio médico en el país; la anécdota a resaltar, es que el Dr. Hernández, al culminar sus estudios con honores en Paris, también compró los equipos de investigación científica que requería la nación, devolviendo el resto del dinero o los recursos que no fueron usados con esa intención, sobre este relato podemos reconocer la altura honesta en la vida del médico de los pobres”.
Por su parte, el historiador Aguiar resaltó que: “El doctor de los pobres, también fue pionero de tres especialidades: histología normal y patológica, bacteriología y fisiología experimental y estudió los males endémicos, como el paludismo, la fiebre amarilla, la tuberculosis y la lepra. Aprendió, en París, Berlín y Madrid, técnicas científicas de Louis Pasteur y dos ganadores del premio Nobel, Charles Richet y Santiago Ramón y Cajal, entre otros”.
Con respecto a la obra escrita y publicada por Dr. Hernández, sobre el tema científico médico, el historiador Aguiar nos recuerda que “En resumen sus publicaciones científicas se inician en 1906, cuando aparece Elementos de bacteriología, primer texto de esta materia publicado en Venezuela; en Sobre la angina de pecho de naturaleza palúdica describió, por primera vez en el mundo, esta afección, así como su correcta patogenia. Trabajó sobre el recuento globular, la bilharziosis, nefritis amarílica y terapia de la tuberculosis por el aceite de chalmoogra. Su contribución humanística quedó plasmada en su obra Elementos de Filosofía (1912), en donde expone la visión personal que tenía sobre el mundo y sobre las relaciones que vinculaban a los hombres entre ellos y con el Ser Supremo”
En este mismo orden de ideas anecdóticas, el sociólogo y comunicador social, docente universitario, Ángel Silva, desde su opinión personal reconoce que: “En términos antropológicos, el Venerable es también una figura icónica para las culturas sincréticas, es decir, para los mágico religiosos, el médico de los pobres, también juega un papel sustancial en sus ritos y leyendas, en la construcción mágico religiosa del propio personaje, por esta razón se puede explicar la presencia significativa y muy marcada del Dr. Hernández en la cultura ancestral del pueblo venezolano”.
“Es curioso estudiar: ¿por qué para otras figuras en Venezuela, el proceso de beatificación fue más rápido?, particularmente el caso de las tres monjas ya beatificadas?, supongo que la respuesta se ubica en parte debido a la burocracia interna que debe habitar en la santa sede del Vaticano”, cuestionó y afirmó Silva.
Nelson Guzmán, filósofo, sociólogo y antropólogo jubilado de la UCV, doctor y post-doctor egresado de la Universidad de París 8 en Francia, sobre la lectura antropológica que gira en torno al Venerable afirmó que: “El venerable Dr. José Gregorio Hernández, desde una lectura antropológica, representa el mestizaje de nuestros pueblos, es una figura que se adentra en la cultura popular de la denominada venezolanidad, por la sencilla razón que fue un hombre de a pie, que ejerció su profesión médica con despedimiento sin igual entre la gente humilde, regalando medicina y sin cobrar en muchos de los casos sus honorarios profesionales”.
“En la esquinas de Mijares en la parroquia Altagracia de Caracas, al lado de Banco Central de Venezuela (BCV), se ubica actualmente la sede de la Universidad Experimental de Caracas (UNEXCA), en esta arquitectura de corte colonial, se ubica una de las residencias donde vivió el Venerable en la capital del país; en cuanto a esta infraestructura yo realice las gestiones para transformarla en patrimonio histórico del país, y en los actuales momentos es un depósito de la Universidad”, denunció el Dr. Guzmán.
El padre Francisco Javier Dupla, sacerdote jesuita, docente universitario de (CERPE), desde la publicación de su libro titulado “Se llamó José Gregorio Hernández” nos manifestó a través de un contacto telefónico que: “En torno a la vida del Dr. Hernández se pueden resaltar tres anécdotas, la primera tiene que ver con su ejercicio docente, se cuenta que cuando ejercía su profesión universitaria en la UCV, en la cátedra de bacteriología en la escuela de medicina, era un hombre muy estricto y puntual, en un oportunidad un alumno que no estaba inscrito en su materia, sino que participaba como oyente de sus clases, lo increpó para solicitarle una corrección en una asignación entregada, y el Dr. Hernández le respondió, con un pregunta ¿cuál es su profesión?, el alumno respondió estudiante, y el Dr. Hernández inmediatamente le sugirió con talante pedagógico: ¡entonces ejerza su profesión¡. La segunda anécdota tiene que ver con el panteón donde reposaban sus restos en el Cementerio General del Sur, en ese panteón se acumulaban ofrendas como placas en agradecimiento de un presunto milagro, también había flores y velas, en una oportunidad esas velas encendidas se transformaron en fuego al prenderse las flores, y eso causó un incendio muy grande en el cementerio, ese incidente originó que monseñor Rincón Bonilla, tramitara las gestiones para trasladar sus restos del Cementerio General del Sur a la iglesia de La Candelaria en el centro de Caracas”.
Para finalizar este recorrido anecdótico, el sacerdote Duplas, recordó “una tercera anécdota tiene que ver, con un niño de tres años que estaba prendido en fiebre, hijo del doctor José Méndez Farrera, para el año 1975, se sospechó que el niño tenía leucemia aguda, por el aspecto inicial del diagnóstico en los exámenes de los glóbulos blancos, entonces el padre decidió llevar a su hijo al Cementerio General del Sur, donde todavía reposaban los restos del Venerable; cuando llegan a la tumba, se aparecen con un velón encendido en símbolo de ofrenda, y el niño cantó un cumpleaños feliz, al terminar apagó el fuego del velón, e inmediatamente se le quitó la fiebre y sanó, esa es una de las anécdotas más destacadas en los favores concedidos por el médico de los pobres”.
Siendo testigo de la comprobada riqueza sociológica y antropológica de la vida del Venerable, surge la interrogante: ¿Será posible que el médico de los pobres, al transcurrir de los años en el marco de la construcción histórica de Venezuela, haya pasado del estado culto al de héroe nacional? Se estaría originando de esta forma una interpretación distanciada del personaje que realmente fue el Dr. Hernández.
Dr. JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ: VALOR EN LA VIDA Y OBRA DEL MÉDICO DE LOS POBRES Y PRIMER BEATO LAICO DEL PAÍS
Sobre el marco del proceso de beatificación y canonización del Dr. José Gregorio Hernández, vale la pena revisitar al médico de los pobres desde sus múltiples dimensiones como ser humano.
Por esta razón finalizamos este reportaje con algunas reflexiones de alcance ético moral, estudiando los datos biográficos del Siervo de Dios (JGH), todo esto en el marco del proceso que cristalizó su beatificación, paso previo para convertirse en santo.
Su santidad el papa Francisco, en una entrevista a los medios públicos españoles, en el programa “Salvados” refiriéndose al ejercicio de la comunicación social, reflexionó los siguientes puntos, en los que, parafraseando sus ideas, argumentó que: “Ustedes los periodistas tienen la posibilidad de caer en cuatro (4) pecados, o cuatro actitudes malas para no hablar en lenguaje teológico, cuatro actitudes que los amenazan constantemente y de las cuales deben defenderse. Primero la desinformación, o sea, doy la noticia, pero doy la mitad nomás, la otra mitad no la doy, eso va contra del derecho de estar informado, informas la mitad, informas mal, la segunda es la calumnia, hay medios de comunicación que calumnian sin ningún problema (…) tercero la difamación, toda persona tiene derecho a defender su reputación (…) cuarto la coprofilia, el amor a la cosa sucia, el amor literalmente a la caca, el amor a los escándalos. Superando estos cuatro límites la comunicación sería algo maravilloso”.
Con relación a esta anécdota, es sustancial recordar el valor de informar y comunicar sobre la base de valores éticos esencialmente humanos, y así fue la vida del médico de los pobres, un profesional entregado con principios de ciencia y fe hasta el final de su vida.
José Gregorio Hernández Cisneros nació en el seno de una familia cristiana en la localidad de Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864. En su hogar recibió una formación religiosa ejemplar, así como los sacramentos del bautismo el 30 de enero 1865 y la confirmación católica, 6 diciembre 1867.
Concluyó su bachillerato en la ciudad de Caracas en el año 1878. Posteriormente se graduó con honores de médico cirujano en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en el año 1888 para regresar a su pueblo natal donde realizó la pasantía rural.
Gracias a su sobresaliente carrera universitaria, sus profesores lo recomiendan al presidente de aquel momento de la historia, Rojas Paúl, como candidato a especializarse en medicina experimental en la Universidad de La Sorbona, en París, Francia, para el año 1889. A su regreso a Venezuela fundó en la Universidad las cátedras de Fisiología, Histología y Bacteriología. Modernizó las técnicas de diagnóstico y los estudios médicos con los últimos adelantos de la época.
En términos académicos, es sustancial recordar que el médico Hernández es autor de trece ensayos científicos sobre diversas disciplinas, ampliamente reconocidos por la Academia Nacional de la Medicina, de la cual fue fundador. Publicó en la prestigiosa Gaceta Médica de Caracas, y también incursionó en el ensayo de corte teológico y filosófico. Su trabajo reviste significativa importancia por su capacidad como clínico de someterse al rigor del método anatomoclínico que la escuela francesa había llevado hasta el cénit en su aplicación, como en los casos presentados por Hernández sobre tuberculosis, neumonía y fiebre amarilla, fue uno de los fundadores insignes de la cátedra de bacteriología en la UCV, y se comenta que fue el responsable de traer a Venezuela el primer microscopio usado con carácter científico.
Era conocido como un profesor culto y políglota, hablaba de forma fluida el español, alemán, italiano, francés, latín y el portugués. Un hombre reservado y tímido, que nunca se casó ni tuvo hijos, era músico, tocaba el piano, filósofo de oficio, catedrático, médico exigente y se caracterizaba por la puntualidad en el cumplimiento de sus deberes profesorales.
José Gregorio intentó en dos oportunidades ordenarse en la vida religiosa, la primera, en la orden de San Bruno en la Cartuja en Italia asumiendo el nombre de Hermano Marcelo, por causas de salud desistió, y la segunda fue para el año 1909 cuando recibió el permiso de ingreso en el Seminario Santa Rosa de Lima en Carcas, desistiendo también por causas de salud. Como hombre laico, ejerció su profesión de médico como franciscano seglar, perteneció a la Orden Franciscana Seglar de Venezuela (OFS), en la fraternidad de la Merced en Caracas, en medio de este breve relato surge la pregunta: ¿Será que el destino decidió que José Gregorio nunca fuese ordenado como sacerdote y que desde su oficio de la medicina se entregara a la adoración de Dios?
Retomando el tema de la beatificación, es importante destacar que, el grupo promotor de la causa de beatificación se constituyó en los primeros tiempos después de su muerte y el arzobispo de Caracas Monseñor. Lucas Guillermo Castillo en el año 1949, iniciado así el punto de arranque sobre el proceso para proceder a la petición de beatificación, mediante la apertura de la instrucción correspondiente.
Es preciso destacar, que para el año 1972 cumpliendo con el protocolo del Vaticano declaran al Doctor José Gregorio Hernández, “Siervo de Dios” y años después, específicamente el 16 de enero de 1986 fue declarado “Venerable” por el papa Juan Pablo II.
En estos momentos de pandemia vale la pena invocar la oración del Dr. José Gregorio Hernández:
“Señor Jesucristo, que infundiste en tu siervo José Gregorio la constancia en la virtud, la pureza en sus acciones, un gran amor por ti, a tu Santísima Madre y al prójimo, dígnate glorificarlo ante tu Iglesia. Haz que yo, imitando sus virtudes, me acerque más a ti, y por los méritos de tu pasión y muerte, concédeme la gracia que te pido. Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, intercede por la glorificación de tu devoto”.
Al recibir la noticia de la beatificación del médico de los pobres, el rector de la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar), sacerdote Carlos Alberto Boully Gómez, informó a los medios públicos el miércoles 24 junio del 2020, que mediante un Consejo Universitario Extraordinario, por unanimidad, esta casa de estudios ha aprobado la decisión de conferir al ilustre egresado de esta universidad al Beato José Gregorio Hernández el título de “Doctor Magnífico en Ciencias”.
El rector de la Ucsar, en torno a esta noticia afirmó: “Hoy es un día glorioso para la patria y para el pontificio de la Universidad Católica Santa Rosa. En la universidad estamos bien contentos de esta gran noticia para Venezuela, precisamente en este día glorioso de la patria, este venezolano que ahora es Beato, reciba este maravilloso reconocimiento académico”.
A través de este trabajo de investigación con un toque ligero de perspicacia, exploramos la cultura que nos rodea para intentar explicar la profundidad y la alegría de vivir creyendo en algo a través de la intercesión de lo inexplicable, de vivir apostando firmemente en la bondad humana, todo esto para resaltar que el Venerable hizo de su vida una metáfora universal para intentar explicar la luz de la fe católica desde el oficio de la razón científica de la medicina.
Ahora en el presente histórico, el “Siervo de Dios”, es parte del gentilicio cultural venezolano, en tiempos de pandemia contra el Covid-19, el pueblo creyente y no creyente recibe con alegría la beatificación del Venerable.