El distrito escolar de Uvalde suspendió indefinidamente a su fuerza policial debido a su incompetencia ante los tiroteos y a la recontratación de una exagente texana que participó ineficazmente en la balacera de la escuela primaria Robb, el pasado 24 de mayo.
Además, le otorgaron una «licencia administrativa» a un par de integrantes del Departamento de Policía, en momentos en que decenas de padres de familia reclaman a las autoridades de esta ciudad de Texas la equívoca actuación de la policía local durante la masacre escolar más grave de Estados Unidos en una década.
Aquella tarde, un adolescente de 18 años, Salvador Ramos, abrió fuego contra la comunidad del colegio Robb, dejando un saldo de 21 muertos, entre ellos 19 menores de edad y dos profesores.
Tras ese hecho, los familiares de las víctimas han realizado distintos actos de protesta ante el Gobierno local, con la finalidad de resarcir los daños. La propia policía de Uvalde ha admitido que su forma de proceder aquel día del tiroteo fue errónea e ineficiente.
Brett Cross, uno de los inconformes, publicó en sus redes sociales que el objetivo de suspender de sus funciones a los guardias de seguridad del distrito de Uvalde por fin se alcanzó.
Por otra parte, la agencia AP refiere que la indignación volvió a sacudir a la localidad de Uvalde el jueves al revelarse que una policía escolar contratada tras la masacre en la primaria Robb no sólo estuvo en el plantel como agente del estado de Texas durante la tragedia ocurrida en mayo sino que era investigada por su proceder mientras un sujeto armado asesinaba a 19 alumnos y dos maestras.
Las familias exigieron que les respondieran por qué la pequeña fuerza policial del distrito escolar, en primer lugar, contrató a una de los casi 400 agentes que acudieron al plantel el 24 de mayo debido a la masacre, pero esperaron más de una hora para confrontar al sujeto armado con un fusil tipo AR-15.
Los documentos muestran que, después de que el distrito escolar de Uvalde se comunicara en julio con el Departamento de Seguridad Pública mientras revisaba los antecedentes de Elizondo, la agencia envió una carta en la que subrayaba que ella estaba bajo investigación interna debido a acusaciones de que su proceder fue “incompatible con su adiestramiento y exigencias del Departamento”.