No siempre un segundo amor facilita el olvido, pues lo ideal es pasar un tiempo a solas mientras entendemos las razones que llevaron esa relación a su fin, nos curamos y emocionalmente nos preparamos, para iniciar un vínculo que prometa un mejor desenlace
Todos sabemos que olvidar un gran amor no es tarea fácil. A veces, pensamos que la mejor manera de hacerlo, es comenzando una nueva relación que nos facilite el proceso del olvido. De este modo, piensan muchos, que se resume en que salir con otra persona ayuda a que dejemos de amar a quien ha sido nuestra pareja por un tiempo significativo o prologando.
A pesar de lo anterior, no siempre un segundo amor facilita el olvido, pues lo ideal es pasar un tiempo a solas mientras entendemos las razones que llevaron esa relación a su fin, nos curamos y emocionalmente nos preparamos, para iniciar un vínculo que prometa un mejor desenlace, una vez que nos ofrezca mayores y mejores posibilidades de un futuro compartido.
1. Cuando el duelo
es necesario
En una circunstancia en que, definitivamente, no se ha acabado con un vínculo amoroso, porque no se ha aceptado que esa relación finalizó, se vive en un estado de desconcierto que lleva a cometer errores, los cuales, luego, pueden mucho pesar cuando, por ejemplo, se cae en brazos de un nuevo amor para olvidar una pasada relación, pero no se obtiene el éxito esperado sino, por el contrario, más frustración.
Por consiguiente, cuando una persona se separa de otra debería transitar por un período de duelo, que se resume en procesar la pérdida de un ser querido, para aquietar los sentimientos mientras se entiende la razón de que esa relación haya llegado a su final. El duelo también es un proceso de ajuste emocional después de una pérdida, en el que varias emociones compiten entre sí. Esas etapas no se diferencian mucho, y hasta pueden mezclarse, porque lo que se creía superado se vuelve a sentir a veces.
Algunas etapas del duelo son: impacto, sensación de paralización o incredulidad; negación de que la relación finalizó; culpa o rabia; resignación al adiós; y, por último, reconstrucción, reafirmación del amor propio y conciencia de las propias necesidades.
A lo anterior se suma que algunas emociones prevalecen sobre otras como también que la manifestación de ciertos sentimientos es signo de que otros que pueden estar solapados, como rabia por tristeza; o al contrario, la manifestación constante de depresión, puede ser muestra de rabia o impotencia ocultas, ya sea por las emociones frustradas, temor al cambio o rencor por el tiempo perdido.
Asimismo, el tiempo del duelo es variable en cada persona. Algunas pueden tener una relación de años, pero en la que el sentimiento murió hace mucho. Entonces, de repente, relativamente pronto, comienzan otra relación, pero el período del duelo había comenzado mucho antes de la ruptura de la anterior.
2. Los adictos al amor
temen la soledad
Hay quienes no saben cómo manejar la soledad por muchas razones, entre ellas la codependencia o adicción al amor, y buscan otra relación para volver a sentirse amados, pero pueden volver a abrigar un vacío que creían haber llenado cuando no obtienen el éxito esperado. Y es peor aún cuando aparece un tercero en la relación que puede terminar afectado. Sin embargo, en esta categoría, están quienes no saben cómo atravesar el duelo sin esa tercera persona que ayude a transitarlo, y esto, hasta cierta forma, les ayuda a superar las etapas por las que se debe pasar para olvidar.
Por otra parte, antes de que una unión sentimental termine, como ya he dicho, otros van procesando la ruptura de la misma, así que cuando finaliza pueden manejar la separación sin necesidad de transitar por un período de duelo, que se le llama así debido a que en esa etapa se drena el dolor, para reflexionar sobre la razón de que esa relación sentimental haya culminado y, al mismo tiempo, se recupera la confianza en sí mismo; todas condiciones necesarias para volver a comenzar otra relación de modo sano.
3. Un clavo mejor
que el anterior
En definitiva, el asunto es complejo. Para algunos un clavo sí puede sacar otro clavo porque la relación anterior no cumplió con las expectativas, la decepción se ha hecho presente y con ella el desamor; entonces, llega quien termina por darnos esperanzas de realizarnos en el amor, dejando de lado los sufrimientos debido a que valora quienes somos como personas y eso nos reconforta.
En pocas palabras, llega un clavo mejor que el anterior, así que olvidar se hace mucho fácil, o simplemente olvidamos sin que nos demos mucha cuenta de que lo estemos haciendo y, a la par, nos vamos sanando el corazón de la pasada decepción.
Por el contrario, cuando es un sentimiento sincero, bellamente compartido, parece que el conocido refrán de que un clavo saca otro clavo, pierde validez. Sin embargo, cada persona es única y tiene necesidades particulares, así que darse una oportunidad sin haber culminado del todo con un nexo para olvidar puede pasar de ser una pésima elección a mejor opción, todo dependerá de la situación en particular.
A lo anterior se suma que toda circunstancia es única también. No obstante, por lo general, es aconsejable pasar por un período de duelo para sanarnos y construir un vínculo igualmente sano con muchas probabilidades de éxito y sin necesidad de lastimar a terceros mientras engrandecemos el ego intentando sacarnos de la mente a alguien con quien no merece que lo utilicen para olvidar, lo cual, por cierto, aunque nos parezca cuesta arriba siempre resulta posible, ya que, como bien sabemos, y dice el conocido refrán: “nadie se muere de amor”. Al que se le suma otro: “el tiempo todo lo cura”.
Después de que acaba una relación
*** A veces, caer en brazos de otro, sin haber finalizado una unión sentimental, ni haber transitado por un período de duelo, es huir de las dificultades. En vez de hacer desaparecer el amor, ser infiel o iniciar otro vínculo puede lastimarnos y lastimar a un tercero.
*** En cambio, pasar por las etapas necesarias del duelo para comenzar otra relación, puede ser la mejor opción. Por lo general, resulta más darse un descanso antes de iniciar otro romance. No obstante, todo dependerá de cada persona y de sus necesidades según el momento
La voz de la mujer / Isabel Rivero De Armas