En su guerra cada vez menos fría contra Rusia, el gobierno de Estados Unidos amenaza la frágil economía europea, que pierde un cliente poderoso
Si entendí bien a Obama, lo malo del bloqueo a Cuba es que no funciona, igual que las torturas de la CIA, o sea. Es decir, lo malo del mal no es que sea mal, sino que no da ganancias. Capitalismo. Ese tesonero hallazgo se tomó 53 años, ya era hora.
Ojalá se den cuenta de que tampoco funciona en otros escenarios, porque los Estados Unidos andan haciendo el mal sin mirar a cuál. Y sin ganancia. Basta ver sus teatros de operaciones por todo el mundo. Pura pérdida. A menos que yo sea tan bruto que no capto dónde está el quiquirigüiqui.
O será que el único beneficiado es el Complejo Industrial Militar porque vende las armas que devastan países. Y la mafia mayamera, que recibe dólares cantidad para nada, porque tampoco ha pegado una. Como la oposición venezolana, cuya única ganancia, el golpe de 2002, solo le duró unas horas porque no supo qué hacer con ella y se le volvió cera y pabilo. No sabe perder ni sabe ganar. ¿Se dará cuenta Obama? Ahora están dilapidando su propio ambiente con el fracking solo para arruinar a Rusia, Venezuela, Irán y otros países petroleros. En su guerra cada vez menos fría contra Rusia están amenazando la frágil economía europea, que pierde un cliente poderoso. A menos que la ganancia sea precisamente quedarse con la parte del león, como al final de la Segunda Guerra Mundial, mientras la Europa Occidental gimió en ruinas durante una década. Eso permitió comprarla barata, amén de ocuparla militarmente.
Europa es un protectorado.
¿Será que empiezo a entender? Claro, un factor en esta sorpresiva apuesta gringa con Cuba es que el lobby cubano de Florida se ha debilitado. Por eso Obama hace lo impensable para él: soltar a los tres antiterroristas que quedaban en cárceles estadounidenses. Por ejemplo. Está contra el suelo. Cunde el desconcierto. Como en la oposición venezolana, que no sabe sino gritar Obama, vete ya. Nunca entienden nada. Como que con Venezuela los gringos tienen sus propios planes, que no los incluyen a ellos. ¿O es que de verdad piensan que el Imperio va a producir un derrocamiento trágico de la Revolución Bolivariana para poner a mandar a la MUD? Claro, quien vive arrastrándose solo ve el beneficio de su amo. Para eso está, después de todo.
Dos asuntos resaltan en esta decisión sobre Cuba: quien parpadeó fue el imperio más poderoso del mundo y de la historia. Cuba sigue en su posición de siempre: abierta al diálogo y al intercambio pacífico. Otro portento cubano. Si mañana cayera el Imperio (suele pasar a los imperios) le tomará no menos de un siglo superar la soberbia. De todos modos este es un primer paso en esa dirección.
Otrosí: se ha demostrado que Noam Chomsky tiene razón: lo único que nos queda ante el Imperio es la opinión pública. Opinión pública sobre los cinco antiterroristas cubanos, opinión pública sobre el bloqueo, en cada votación en la ONU sobre eso, en la última de las cuales solo Israel votó en favor, pues los Estados Unidos se abstuvieron. Buen signo, aunque no suficiente. The New York Times dedicó siete editoriales a presionar por un cambio de política sobre Cuba. Se veía venir.
Roberto Hernández Montoya