Fue un error no haber enfrentado con eficacia el problema de la injusta distribución de la riqueza: la pobreza y de la marginalidad
El título de este artículo es una traducción libre del de una de las comedias más famosas de Shakespeare: “Comedy of errors”. Aunque a lo que voy a referirme no es precisamente una comedia, sino más bien, ¡una tragedia!
En efecto, la política venezolana en las últimas décadas ha sido una secuencia de errores y de equivocaciones.
Fue un error no haber enfrentado con eficacia el problema de la injusta distribución de la riqueza: la pobreza y de la marginalidad.
Fue un error no combatir con determinación el problema de la corrupción.
Fue un error elegir a Carlos Andrés Pérez en 1988.
También fue un error removerlo antes de tiempo.
Fue un error intentar derrocar a Pérez por la vía de golpes de Estado militares.
Fue un error aplaudir esos intentos golpistas.
Fue un error concederle medidas de gracia a los golpistas antes de que se hubiera dictado sentencia firme por parte de los jueces competentes.
Fue un error haberle brindado apoyo mediático y financiero a la candidatura del jefe del golpe.
Fue un error elegir al jefe del golpe presidente de la República.
Fue un error convocar una Asamblea Constituyente que le otorgó poder absoluto.
Ha sido un error el modelo rentista petrolero que ha imperado en los últimos 45 años.
Ha sido un error continuado del gobierno el que nos ha conducido a la catástrofe política, económica, social, cultural y moral de nuestros días.
Ha sido un error la manera de combatir al gobierno que le ha permitido perpetuarse por 17 años.
Ha sido un error del gobierno obstruir la expresión de la voluntad popular en el Referéndum Revocatorio que ellos mismos introdujeron en el texto constitucional.
Ha sido un error de la oposición colocar todos los huevos en una sola canasta, la del Referéndum Revocatorio. Un error grave olvidar las elecciones regionales de gobernadores y legisladores, exigidas por la Constitución y para lo cual no había que recoger firmas.
Ha sido un error sostenido del gobierno y de la oposición olvidar que la prioridad es la gente, los ciudadanos, el pueblo y sus problemas y no la controversia política.
Es un error no dialogar. Tenemos 17 años sin diálogo.
Es un error del presidente de la república insultar a sus adversarios y es un error de sus adversarios contestar insultos con insultos.
Es un error del gobierno y de la Asamblea Nacional olvidar el mandato contenido en el artículo 136 de la Constitución que ordena a los órganos del poder público “colaborar entre sí en la realización de los fines del estado”.
Lo grave es que quien paga la factura de todos esos errores somos nosotros los venezolanos.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE