Cinco personas fueron detenidas por la Policía sospechosas de haber provocado algunos de los dantescos incendios forestales que afectan el centro y sur de Chile, que han dejado 10 muertos y devastado unas 290.000 hectáreas, informó este viernes el gobierno.
Los sospechosos portaban elementos acelerantes de fuego cuando fueron detenidos por agentes en las localidades de Chépica y Linares de la región del Maule (280 km al sur de Santiago), una de las más afectadas por estos incendios calificados por el gobierno como la catástrofe forestal más grande de la historia de Chile.
«Son casos de flagrancia, es decir, han sido detenidos con elementos inflamables y por lo tanto se encuentran en una situación, del punto de vista procesal, completamente clara, de que estaban en una acción antijurídica», afirmó el ministro del Interior, Mario Fernández, a medios locales.
Las autoridades investigan si uno de los arrestados fue el causante del siniestro que arrasó con la localidad de Santa Olga, que se saldó con un muerto, unos 4.000 evacuados y 1.200 viviendas destruidas el jueves en la madrugada.
AFP